Justice League: Rise of Arsenal #2

Si hay alguien que lo está pasando mal hoy en día en el Universo DC, ese es Roy Harper, y el propósito de esta miniserie parece ser dejar perfectamente a las claras esta situación. Nada, ni una sola cosa, le sale bien a Roy; cada página es otra muestra del sufrimiento de este personaje. No hay dudas de que el guionista JT Krul está logrando hacer cada vez más miserable la vida del ex-Red Arrow y futuro Arsenal (nuevamente). No se si ese es efectivamente su objetivo y tampoco sé a donde quiere llegar con todo esto, lo cual me preocupa.

Hasta ahora "Rise of Arsenal" sólo nos muestra el momento patético que está atravesando Roy, sin avanzar prácticamente nada en la narración de la historia. Por decirlo de alguna manera, este es un comic descriptivo del presente del personaje. Si buscamos una historia, hasta aquí no la hay; como mucho, tenemos una introducción que nos llevará eventualmente a un conflicto y un posterior desenlace, pero llegamos ya a la mitad de la miniserie y no se vislumbra algo de ese tipo. Lo que nos arroja el guionista al final de este número, es otro escalón más en la escalada de sufrimiento de Roy y esperaremos que en el #3 suceda algo que produzca un avance narrativo.

En cuanto a los dibujos, tenemos una notoria mezcla de estilos que no cuaja para nada bien, que es la consecuencia de reunir en menos de veinte páginas a tres equipos artísticos. Aún sin contar la secuencia inicial, que es perfectamente distinguible del resto y se justifica un estilo distinto, todavía nos quedan dos dibujantes claramente diferentes. Y esto rara vez funciona bien; esta no es la excepción.

En resumen, un comic mediocre con poca historia y dibujos inconsistentes por la combinación de artistas, pero no me refiero individualmente, ya que cada uno hace su trabajo como debe y no son responsables de la reunión indebida; eso es cosa del editor. De todos modos, rescatando algo positivo de la miniserie, reconozco que de parte del guionista está bien logrado el sentimiento de que todo está mal; en efecto logra transmitir el sufrimiento del personaje, aunque sea de una forma grotesca. No me agrada, pero está bien hecho.