Detective Comics #855

En esta segunda entrega de "Detective Comics" con Batwoman como protagonista ya podemos ir formando una opinión más completa del nivel de la serie en su nueva etapa. Está claro, y ya lo estaba también en el número anterior, que el verdadero protagonista de estos cómics es J. H. Williams III, dibujante de la parte principal en donde vemos a Batwoman. A pesar de que ya sabíamos que esperar de él por lo visto hace un mes, Williams sigue sorprendiéndonos a cada página con su maravilloso arte, su transgresora forma de estructurar la página, los efectos que añade a los dibujos...

Lamentablemente, la historia que narra Greg Rucka no cuenta con las mismas cualidades del arte. El guión es una colección de elementos típicos de un cómic Batman, lo que hace que esta sea una historia típica, que ya hemos leído muchas veces cambiando algunas cosas; por ejemplo, en lugar de Batman tenemos a Batwoman, la villana es nueva, en vez de Alfred está el padre de ella, etc.

Sin embargo, no deja de ser efectiva. Pero lo que hace que esta historia logre conmovernos no es el guión de Rucka sino el arte de Williams; sin dudas es él quien más aporta a este cómic y si no fuera por él probablemente no le daríamos ninguna importancia.

De todos modos, más allá de lo típico y lo conocida que pueda ser esta historia y su narración, lo importante de esta es la conformación de Batwoman como un personaje consistente, con trasfondo y personajes secundarios propios. Y en este aspecto no hay nada que criticarle a Rucka. Además, se nota que tiene todo bien pensado, al ir dando pequeñas muestras de la historia del origen del personaje sabiendo que a partir de octubre leeremos dicha historia en esta misma serie regular.

En cuanto al second feature de The Question, respecto al guión (también de Rucka) pasa lo mismo que con la parte principal de este cómic: es algo totalmente típico, común, que realmente aporta poco, y si no les agrada el personaje no conseguirán de ninguna manera disfrutar de esas páginas. Afortunadamente no es mi caso, ya que siempre me gustó ver a Renee Montoya en esta identidad; además, Cully Hamner es un excelente narrador desde sus dibujos, y eso es algo que siempre se disfruta.

Como conclusión, diría que es un buen cómic, pero el mérito es casi todo de los dibujantes que en él están involucrados; especialmente Williams, cuyo arte hace que esta serie sea imperdible.