Detective Comics #881

Este comic recibió especial atención por ser el último de esta histórica cabecera antes de su relanzamiento, conjuntamente con todas las series del Universo DC. Pero lo cierto es que merece esa atención por el buen nivel desplegado por su equipo creativo conformado por Scott Snyder en los guiones y Jock y Francesco Francavilla, alternativamente, en los dibujos.

Por ello, no hablaré del hecho de que en estas páginas despidamos a la "Detective Comics" que se publicó desde 1937, sino del trabajo de Snyder, Jock y Francavilla.

A pesar de tener estilos muy diferentes es notable como se repartieron las páginas ambos dibujantes, logrando una continuidad principalmente a través de un coloreado similar, lo cual hace que no resulte chocante visualmente. Esto, a su vez, permite apreciar la tarea de uno y otro artista, de excelente nivel las dos.

Y, asimismo, lo realizado por Jock y Francavilla resalta la buena tarea del guión de Snyder, quien construyó una historia muy interesante que se desarrolla desde el comienzo de su etapa (en el #871) hasta este número final, siempre centrándose en la figura de Dick Grayson como Batman con un rol estelar de James Gordon. Ese enfoque en el primero de los Robin ascendido al lugar del maestro llevó al guionista a apropiarse de un personaje existente, James Gordon Jr. (hijo del mencionado), y reformularlo como un villano propio de Dick.

En cuanto a este número en particular, tenemos el desenlace de esta historia elaborado con una dinámica narrativa atractiva y cautivante, con más de un momento de alto dramatismo, combinando elementos superheroicos y policiales; esto hace, desde luego, que el comic resulte imperdible y completamente recomendable, al igual que toda la etapa de Snyder en "Detective", esperando algo de este mismo nivel para su futuro trabajo en "Batman".