Blackest Night #8

Llegamos al final, y hasta esta última entrega Geoff Johns nos mantuvo en vilo a todos, lo cual habla muy bien de esta historia. No cualquiera puede mantener las expectativas altas a un año de que comience la publicación, y aunque a mi gusto ha tenido altibajos creo que es en general un excelente comic de superhéroes, que tiene todo lo que debe tener una historia de este tipo, que podemos llamar evento, macrosaga o como más nos guste, que abarca al Universo DC en un sentido profundo.

¿Y qué es todo eso que tiene que tener? Momentos espectaculares, muchos personajes dando brillo excediendo a los más reconocidos e importantes consecuencias para seguir contando historias seriadas del DCU; entre muchas otras cosas, desde luego.

Hablando de este número en particular, y si siguen leyendo pueden llevarse algún que otro SPOILER, es notable la transición del comienzo oscuro en el que parece no haber solución, arrastrando el conflicto de los últimos meses de esta historia, hacia el final obviamente más brillante, en el más claro sentido de la palabra. Y cuando parece que todo está perdido, y los héroes aún no se rinden, surge la resolución; aquí es donde Johns no puede consigo mismo y hace de Hal Jordan el salvador de todos. También es aquí donde él apuesta a una página doble llamativa, pero la verdad es que en este caso yo me quedo con las frases previas, cargadas de significado positivo ante tanta oscuridad: ante la declaración de Black Hand de que la vida no tiene sentido ni propósito, Barry Allen responde: "La vida no nos da un propósito, Black Hand. Nosotros damos propósito a la vida". Después sigue la escena, y pim pam pum, todos se pelean, pero en esa frase reside el tema de esta historia y lo que da lugar a la resolución del conflicto.

La estructura del guión es muy buena, llevándonos de un momento a otro sin exabruptos narrativos, haciendo que la lectura fluya naturalmente, desembocando una y otra vez en páginas espectaculares que nos sorprenden y nos dejan mirando con atención lo que acaba de suceder. De estos hay varios momentos a lo largo de este número final de "Blackest Night", aunque todos nosotros nos quedaremos con uno o dos (o tres); ya dirán en los comentarios y ya entenderán a cuáles me refiero.

Luego de la resolución, tenemos el desenlace en el que leemos una cadena de nuevas tramas naciendo, para desarrollarse en el nuevo Universo DC que leeremos desde abril de este año y en el cual hay muchas, muchísimas, historias para contar. Mucho de lo que sucede aquí era obvio y esperable (además de esperado, anhelado), pero Johns también nos preparó alguna que otra sorpresa interesante. 

Un detalle que no quiero dejar de mencionar es el de los cabos sueltos de los tie-ins, que hacen pensar que no eran para nada necesarios y completamente evitables; no sólo de nuestra parte sino de DC también. Decían "concluirá en Blackest Night #8", pero en verdad no tuvimos absolutamente nada de eso, y en verdad es un poco una decepción; por ejemplo, ¿cómo se descongeló Green Arrow?

Eso a un lado, el trabajo del guionista Geoff Johns ha sido, repito, a mi gusto, impecable. No se queda atrás Ivan Reis, el dibujante que demostró ser un artista perfecto para llevar a cabo este tipo de historias, dibujando una enorme cantidad de personajes, consiguiendo la espectacularidad que merecían muchos momentos, sin olvidarse de lograr seguir el ritmo narrativo que mandaba el guión desde su trabajo. También lo de Reis es impecable.

Así, como decía al comienzo de este texto, llegamos al final de "Blackest Night". Y por como funciona la industria ya nos hacen desear lo que viene después, pero antes podemos hablar un poco de lo que fue esta historia para nosotros.

Bastante pude resistirme ante la revelación de spoilers, pero si no hubo mucho acá creo que sí proliferarán en los comentarios. Por ende, si se enteran de algo que no querían, es problema suyo.