Supergirl #50

Para celebrar los cincuenta números, Sterling Gates y Jamal Igle prepararon un intenso cómic de doble tamaño, con cuarenta páginas de historia. De antemano esto ya era una buena noticia, porque Gates e Igle son el mejor equipo creativo que ha tenido esta serie y el personaje desde su relanzamiento en 2004, y por ende, doble tamaño era igual a doble satisfacción. Después de la lectura, y durante ella, fueron satisfechas mis altas expectativas aunque la historia que nos cuentan no fuera mucho de lo que personalmente esperaba al imaginar lo que sería este #50.

El primer y principal objetivo que cumple el cómic, es dar un cierre a las subtramas que recorrieron la serie desde el crossover "New Krypton" (hace alrededor de un año), en particular de Lana Lang y Superwoman, para dejar todo preparado y medianamente accesible a los lectores que se sumen para el próximo crossover de la línea Superman que comienza en marzo.

Pero para llegar a eso, Gates prepara una historia que es curiosa pero a la vez es fiel a lo que suele mostrarse en muchos cómics de Superman, enlazando sus ideas con otras del pasado. De esta manera, lo que aquejaba a Lana está íntimamente relacionado con lo que hiciera Kurt Busiek con este personaje en su etapa en "Superman" no hace mucho tiempo (tal como bien dedujo mi fiel lector Hammanu con el número anterior).

Otra cuestión importante en ese sentido de fidelidad a la Familia Superman, es la reintroducción en esta línea de Gangbuster, quien paseara por las páginas de las colecciones del Hombre de Acero en los noventas, habiéndose creado por Marv Wolfman y Jerry Ordway en 1987, poco tiempo después del relanzamiento post-Crisis. En este número especial, Gates recupera al personaje para este rincón del DCU luego de su rol cuasi-protagónico en la serie semanal "Trinity", y escribe un interesante y único team-up de Supergirl con Gangbuster que merece una mención especial.

Jugando con todo eso, el guionista cuenta su historia con más espacio del acostumbrado, lo cual aprovecha muy bien ya que utiliza esas páginas de más para construir mayor tensión y una escena de acción más prolongada, así como para dar mayor dramatismo a la narración en general y al desenlace del conflicto en particular.

Y como esto no está destinado a ser un capítulo olvidado de Supergirl sino que es parte de la historia seriada que está narrando Gates, las consecuencias son relevantes para la vida de Kara (y también de Lana), lo cual dará pie a nuevas subtramas para la serie regular; veremos si esto se verá durante los próximos números involucrados en el crossover, durante la anunciada Guerra, o luego de todo eso, cuando pase todo ese temblor.

Pero no es lo de Lana lo único importante para el futuro próximo, sino que hay una interesante escena que continúa la historia de lo que sucedió con Superwoman de una manera esperada y a la vez sorpresiva, pero por sobretodo necesaria para agregar aún más aderezos a las ya picantes historias de Superman.

Desde luego que Gates no podría haber hecho esto solo, y por eso está muy bien acompañado de los dibujos de Jamal Igle. Al contrario de lo que suele suceder con estos números dobles, Igle dibuja la totalidad de las páginas sin necesidad de un segundo dibujante, y ahora entendemos que se tomó un descanso los números anteriores para terminar esta titánica tarea. Podría quejarme de algunos puntos flojos del trabajo del artista en este número, pero no lo voy a hacer porque la verdad que son sólo detalles y sería injusto de mi parte señalarlo, o así me parece al menos. A nivel general, el dibujante logra un excelente número, con cuarenta páginas llenas de acción, emociones, varios personajes diferentes y hasta cambios en la apariencia de algunos de los personajes; no cualquiera logra lo que hizo Igle con este cómic.

Antes de cerrar el comentario de "Supergirl #50", no puedo no mencionar la historia extra escrita por la Supergirl de carne y hueso, Helen Slater, junto a Jake Black y dibujado por Cliff Chiang. Este es un simpático añadido, que homenajea a la actual Adolescente de Acero resumiendo buena parte de su historia y reconociendo su lugar en el mundo como superheroína, lo cual es extraño (pero agradable de ver) ya que en la historia regular ella es constantemente cuestionada. Lo único malo de este complemento es que me dejó con ganas y me hubiera gustado leer algunas páginas más.

A modo de conclusión general, un muy buen cómic que me dio todo lo que esperaba de él y mucho más también.