Batman #700

Llegó finalmente este muy esperado comic especial de "Batman", celebrando el haber llegado a los 700 números de vida, y si bien para mí fue todo lo que esperaba leer, por lo que pude ver en comentarios recientes en este mismo blog es señalado como un comic confuso, raro. Puede serlo un poco, en cierta medida, pero sinceramente creo que no es para tanto.

Básicamente, lo que Grant Morrison narra en estas páginas es la investigación de un caso que atraviesa tres momentos históricos de Batman; primero, la introducción con Bruce Wayne bajo la capucha, el nudo con el nuevo dúo dinámico de Dick Grayson y Damian Wayne y el desenlace con éste último siendo Batman en un hipotético futuro. El personaje principal de esta historia, además de Batman(s), es el Profesor Carter Nichols, quien fuera responsable de los viajes temporales de Batman en las primeras décadas de vida de esta leyenda del comic (entre los 40's y los 60's). La cuestión que involucra al Profesor Nichols es el centro en torno al cual gira la narración de principio a fin, interconectando las tres pequeñas historias de los tres diferentes Batmans, las que a su vez tienen comienzo, nudo y desenlace.

Por tanto, son tres historias reunidas en una mayor, con el tema del tiempo como núcleo de la misma. Y asumo que la confusión surge, precisamente, de esta cuestión del tiempo, de los diferentes momentos de la historia y en el cómo se interconectan. De todos modos, creo que una lectura atenta es más que suficiente para superar la confusión.

Después de esa narración, que es lo principal de "Batman #700", el escritor realiza un esbozo de la continuación de la leyenda de Batman hacia el futuro (especialmente destacable la aparente inclusión de Terry McGinnis en continuidad oficial), lo cual también puede crear conflictos al intentar conciliarlo todo en una misma línea cronológica. Pueden, si quieren, dedicarle mucho tiempo a la reflexión al respecto y llegarán a una manera de explicarlo todo, pero creo de mi parte que sería inútil. Porque, como dije, esas páginas son sólo un esbozo de Morrison, que lo más probable es que sólo sean utilizados nuevamente por él y explicados llegado el caso de que sea necesario. O más simple aún, bien puede ser la manera del escriba escocés de expresar la idea de que Batman vivirá por siempre, sea como sea.

De todos modos, cabe recordar también a este respecto, que en una entrevista relativamente reciente (hablando sobre la historia del Universo DC), el co-Publisher de DC Comics Dan Didio afirmó que el futuro no está escrito, por lo cual todo lo que se haga sobre ello no son más que hipótesis o futuros posibles (y más si tenemos en cuenta el "Return of Bruce Wayne #2" en el que pareció quedar repuesto el concepto de Hipertiempo, relacionado con el del Multiverso).

Otro punto importante al momento de la lectura de "Batman #700" es la concepción que tiene del tiempo Grant Morrison (y muchos más, claro), a la cual creo que ya me he referido antes. Esta concepción es la que niega que sean posibles las paradojas temporales, porque no cree que el tiempo sea lineal sino que lo sucedido fue siempre de la misma manera; y si con una historia de viajes en el tiempo se agrega algo, eso siempre estuvo ahí pero no lo habíamos visto (o no se nos había mostrado).

De cualquier manera, soy de la opinión de que todo esto es pensar demasiado, más de lo necesario, en las cuestiones adyacentes al comic en sí mismo. Personalmente prefiero entregarme al placer de la lectura y para mi gusto "Batman #700" ofrece mucho de esto, al ser de esos comics que merecen ser releídos una y otra vez. No sólo por la minuciosa historia escrita por Morrison, en la cual encontraremos novedades (detalles, guiños batmánicos y demases) en cada lectura, sino también por el alto nivel gráfico con un Tony Daniel sorprendentemente bueno, aún con sus deficiencias narrativas, un Frank Quitely genial como siempre, un Scott Kolins que aporta un dibujo interesante pero desentonando con todo los demás de estilos plasmados en estas páginas, un Andy Kubert que parece rozar la perfección y unas auspiciosas primeras páginas interiores DeCeras de David Finch. Como postre, una galería de imágenes por excelentes artistas como Bill Sienkiewicz, Tim Sale y Dustin Nguyen, entre otros.

En conclusión, sí, me gustó, lo disfruté, y no me pareció tan raro ni tan confuso. Pero espero sus opiniones, por supuesto, para confrontarla con la mía.