Azrael #9

Se despide en esta entrega el equipo creativo original de esta serie regular relativamente nueva, conformado por Fabian Nicieza y Ramón Bachs, con una historia muy interesante que es en verdad la segunda parte de dos, hecho que rompió con la costumbre de realizar autoconclusivos en los siete números previos.

Nicieza y Bachs de ninguna manera cierran todas las tramas que estaban trabajando; muy por el contrario todo queda abierto para ser desarrollado por David Hine, el sucesor de Nicieza (Guillem March será el que reemplace a Bachs en la parte gráfica). Afortunadamente, Hine manifestó yaque habló con su predecesor y tiene en su poder todos los guiones y planes escritos por él para serle fiel a su idea original, pero escrito con otra pluma. Desde luego que "Azrael" no será lo mismo desde el próximo #10, pero confío en que mantendrá la calidad temática y narrativa en el futuro inmediato.

Decía sobre este comic en particular que es una historia interesante, que trata como tema central la fe religiosa, y más específicamente la fe religiosa inconmovible, fanática. Este tema se trata a nivel general, de todo tipo de fe religiosa, pero un detalle que lo hace aún más atractivo es que no se centra en el Islam, lo cual sería un cliché de la narrativa norteamericana, sino que lo observa en el catolicisimo. Es lógico que así sea, pues Azrael proviene de una orden católica, pero aún así, es destacable este hecho.

Atravesado por este tema, este Azrael se ve envuelto en una cruzada fanática contra los fanatismos, generando el conflicto de la historia, dando pie a la posterior resolución pero dejando varias reflexiones interesantes que deberían motivar propias reflexiones en los lectores.

Es esto lo que más me preocupa que se mantenga en la serie, más todavía que las líneas argumentativas planeadas por Nicieza. Es decir, sí, quiero ver cómo se llega a la profética última página del #1, pero más me interesa que cada comic de "Azrael" sea rico en contenido religioso, moral y ético, planteando problemáticas actuales de nuestro interés, motivándonos a reflexionar. Espero que Hine mantenga esta línea. De ser así, seguiré disfrutando la serie como hasta ahora; de no serlo, mantendré estos primeros nueve números en la más alta estima y extrañaré a Nicieza. Sea como sea, lo felicito a él y Bachs por el excelente trabajo desarrollado en estos meses.