Superman #700

El segundo de los tres cómics aniversario de la Trinidad del Universo DC fue el de Superman, presentando tres historias completamente indenpendientes entre sí, que en su totalidad no terminan de satisfacerme. Sucede que "Superman #700" no es del todo lo que esperaba, pero voy por partes.

La primera historia escrita por James Robinson y la última a cargo de J. Michael Straczynski son casi todo lo que pensaba que serían; la del medio, a cargo de Dan Jurgens, no. No me parece que esté a la altura de este número aniversario, parece más un guión digno de un 80-page Giant o un especial de Navidad o Halloween que de un número aniversario de "Superman". No es mala, pero para un comic de este calibre tendría que haberse hecho algo mucho mejor que esto... Esta historia hace que no haya disfrutado como pensaba que haría con este #700, aun cuando tiene algunas cosas muy buenas.

De todos modos, esa segunda historia a cargo de Jurgens es más que nada un relleno (aún insistiendo en que podrían haber conseguido un mejor relleno). Las importantes son las otras dos, y más la segunda que la primera. Esta primera es el cierre de James Robinson a su etapa en "Superman", devolviendo al protagonista a su lugar de origen, con unas pocas páginas dibujadas por Bernard Chang que me encantaron.

Y este retorno al status quo original es para dar pie a la nueva etapa de la vida del Hombre de Acero. Por ello, lo más importante o lo más interesante en este momento, es el prólogo a la historia de JMS; porque este es el principio de lo que veremos durante el próximo año con Superman, que es relevante más allá de la agobiante movida marketinera de DC Comics invadiendo todos los sitios de noticias con entrevistas que eran más publicidad que noticia.

Eso a un lado y hablando de lo que nos importa, los comics, como prólogo funciona bien, planteando la premisa de la narración, pero hay cosas que fallan que me dejan insatisfecho, un tanto escéptico. El Batman que parece Bruce Wayne en lugar de Dick y el uso y abuso de clichés son dos de ellas. No obstante, es una interesante premisa que tal vez consiga contarnos una historia "nueva" con Superman, lo cual es muy difícil hoy en día. Es consciente de esto el guionista, ya que la base de su narración parece ser eso mismo: habla de un Superman estancado, repitiendo siempre lo mismo, y el objetivo sería, editorial y ficcionalmente, devolverlo a las raíces para recrearlo. De acá a un año sabremos como funcionó.

Con este agridulce comic aniversario, además de homenajear a Superman, se cierra una etapa de casi dos años en la cual esta línea de títulos estaba completamente interconectada para dar paso a una etapa en la que todas las colecciones serán independientes.

Esto queda explícitamente planteado en las páginas finales de este comic que presentan breves textos promocionando las direcciones que tomarán las colecciones de la línea: "Action Comics", "Supergirl" y "Superboy" (a comenzar en noviembre). Es el ciclo históricamente conocido de Superman (y no exclusivamente de él) y suele funcionar. Estamos preparados, pues, para vivir un nuevo capítulo de la leyenda editorial de Superman. Y tiene buena pinta, aunque no termina de convencerme.

Para realizar una conclusión de pocas palabras de este comic en particular, sin mirar hacia atrás ni hacia adelante en el tiempo, diría que tampoco me convence del todo. Sin dudas podría haber sido mucho mejor y me deja con sabor a poco. Una pena.