Batman: The Return of Bruce Wayne #3

Este tercer capítulo de la historia centrada en el retorno de Bruce Wayne al siglo XXI es bastante diferentes a los dos anteriores, y me explayo. Este comic ya no parece un típico Elseworld con un Batman en otro tiempo sino que es más que nunca una historia de Bruce Wayne en una época histórica que no le pertenece y de la cual sabe que debe irse, que debe volver a su tiempo y hay cosas que debe hacer para conseguir su objetivo.

Por lo tanto, no trata este comic sobre un Batman pirata que vive una aventura hasta que es trasladado a otro tiempo, sino que es un capítulo más de la épica del Batman de Morrison; ya más que nunca esta miniserie está conectada con todo lo hecho hasta aquí por el autor y seguramente en los tres números que restan esto irá creciendo. Aún así, todo este comic tiene un trasfondo propio del escenario espaciotemporal en el cual se sitúa, además de una escena de capa y espada típica, pero no es eso lo más relevante del mismo. 

De todo esto se desprenden varias cosas. En primer lugar, que comenzamos a recibir respuestas a algunos de los interrogantes planteados tanto en los números previos de la serie como en "Batman and Robin", relativos a cuestiones diversas. Pero tal como escribe Morrison sus narraciones, si da una respuesta ofrece otros interrogantes, haciendo que no quede del todo claro hacia donde se dirige la historia, qué es exactamente lo que sucede, quién es el villano y quién tiene razón. De esta manera, mientras hay certezas, como ser que Darkseid definitvamente tiene "algo" que ver en todo esto, hay dudas, como no saber si Batman o todos los demás superhéroes son el peligro para la existencia toda.

Con eso llego al segundo punto. Este #3 de "Batman: The Return of Bruce Wayne" es el más interesante de todos hasta ahora, sea en sí mismo o sea por los planteos que nos deja con vistas al futuro inmediato de la narración. Pero hablando específicamente de estas páginas, me parece un comic muy bien hecho, bien logrado en la construcción del guión y en la historia en sí misma (aún ignorando todo el resto de la narración del Batman de Morrison), y con un trabajo gráfico de Yanick Paquette de primer nivel, que me obliga a rastrear más trabajos de este artista para disfrutar de sus dibujos.

En pocas palabras, un muy buen comic, tanto de manera individual como incluido en la saga batmánica morrisoniana que cuenta ya con cuatro años de publicación. Y en el próximo número, Jonah Hex y Batman juntos, para deleite mío y de todos los fans del cazarrecompensas del Lejano Oeste.