En el tercer número en el que Mon-El está como protagonista de "Superman" (o mejor dicho, co-protagonista junto a The Guardian), James Robinson nos recuerda ya el trágico destino que persigue a este personaje, del cual ni siquiera escapa con la cura que le diera Superman al salvarlo de la destrucción de la Zona Fantasma. De esta forma, ya tiene fecha de expiración su nueva vida como héroe de Metrópolis: un año, dieciocho meses con suerte. Así, Robinson pone un límite a Mon-El hacia adentro de la historia y también hacia afuera, indicándonos que no lo veremos por mucho tiempo porque debe volver a quedar atrapado para que lo rescate la Legión en el siglo XXXI para ser el gran Legionario que ya conocemos por la narración de esas aventuras. Al mismo tiempo, el guionista añade un elemento que hará interesantes las historias de Mon-El, al tener sus días contados y también al perder momentánea y periódicamente sus poderes.
Prácticamente esto ocupa todo el cómic, siendo el tema central que lo atraviesa de principio a fin: el hecho de conocer su trágico destino, tener una misión que cumplir, a la vez que empieza a disfrutar de la vida en la Tierra. Sin dudas, Robinson tocará temas dramáticos, humanos y muy sensibles en el curso de esta serie regular, añadiendo mucho a la ya alta calidad de su trabajo en ella. Los guiones de Robinson son ya muy buenos por sí solos, pero muchísimo mejores al estar dibujados por Renato Guedes, un artista de un nivel muy alto que a cada mes lo hace mejor, y nos hace perder en la belleza de sus dibujos sin olvidar la narrativa. De todos modos, en esta oportunidad no lo hace del todo bien en una de las secuencias del cómic, que es la de la batalla de la Science Police en la misión de rescate por parte de The Guardian cumpliendo una vieja promesa. Definitivamente, Guedes no se luce en las batallas, pero todo el resto es sencillamente genial.
Esa secuencia de The Guardian y la Science Police es la otra parte de este número de "Superman", en la cual se continúan las subtramas de este personaje, iniciadas en el especial de Jimmy Olsen publicado durante el crossover "New Krypton", cumpliendo su promesa de rescatar a una criatura de Cadmus que permanecía prisionera (que hojeando nuevamente el especial de The Guardian recordamos que lleva, o llevaba en su momento, un anillo de la Legión) y enfrentándose nuevamente a Codename: Assasin, un villano reintroducido durante dicho crossover. Ambas subtramas seguirán siendo desarrolladas en los próximos números de "Superman", y tanto una como la otra tienen mucho para contar. Pero de cualquier manera, como se dijo antes, "Superman #688" está atravesado por la problemática de Mon-El, que deberá vivir en las próximas entregas de esta serie duros momentos.
Entre las historias que nos está narrando Robinson más el arte de Guedes, "Superman" está convirtiéndose en uno de las mejores series de DC de la actualidad, y no vacilo al afirmarlo.
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