R.E.B.E.L.S. #12

Llegamos al año de publicación de esta colección y más allá de la calidad de ella (que es alta) es notable que hayamos contado hasta doce debido al poco apoyo del público. Es evidente que esta serie existe por el mayor soporte editorial, que apuesta por la serie a pesar de todo.

Hecho ese comentario, pasemos a ver que nos depara este #12 de "R.E.B.E.L.S.". Como recordarán, los dos números anteriores estuvieron enmarcados en "Blackest Night", por lo cual este cómic retoma de aquellos tie-ins de "Blackest Night" dando un cierre a la batalla de los Black Lanterns y Starro y compañía que había quedado inconclusa. Luego de ello, se prosigue con la historia regular que no se vio muy interrumpida por la intromisión del evento.

En ese sentido, vemos el avance de varias tramas. Por un lado, se emprende la recta final de la conquista intergaláctica de Starro dirigiéndose hacia donde todos lo hacen (pero esta vez al menos con un motivo): la Tierra. Antes le era imposible llegar allí por un campo de fuerza interestelar ahora caído, implicando que nada detiene ya el avance del conquistador. Pero, desde luego, Vril Dox (a.k.a. Brainiac 2) y su grupo improvisado tiene un plan en desarrollo para detenerlo, a la misma vez que los Omega Men intentan averiguar cómo parar a Starro y su marcha conquistadora. Todo esto anuncia que el final de esta historia será espectacular.

Con estas tres tramas paralelas, el guionista Tony Bedard nos hace recorrer casi todo el cosmos del Universo DC a través de varios personajes importantes, aprovechando el espacio estelar como hace mucho no se hacía en el DCU (más allá de que me hayan gustado y mucho las historias de Jim Starlin). Eso es, junto con lo épico de la historia, lo mejor de "R.E.B.E.L.S." a mi parecer. También aplaudo la incorporación a esta serie de Adam Strange y Comet, dándoles el protagonismo regular que merecen.

Cabe notar que aunque sea un avanzado capítulo de la historia, Bedard se las arregla para que se sienta accesible para lectores nuevos, tal vez intentando aprovechar el potencial tirón de ventas que aportaron los tie-ins del evento (y por eso también la aparición de los Black Lanterns en la escena inicial). El trabajo del dibujante Geraldo Borges también es muy bueno, haciéndonos olvidar bastante del genial arte de Andy Clarke (ocupado ahora, estimo, en "Batman and Robin").

La reunión de todo esto, más una escena que merece mención como es la de Despero, hace de este cómic uno muy bueno, inclusive para los altos estándares de "R.E.B.E.L.S.". Y no temo decir que cada vez será mejor.