Final Crisis: Legion of Three Worlds #5

Y aquí concluye esta épica, esta Crisis del siglo XXXI, con mucho tiempo de retraso, pero que realmente vale la pena, y al fin y al cabo no importa una vez que leemos este final, y sobretodo admiramos el maravilloso dibujo de George Perez.

En este quinto y último número de la miniserie, nos damos perfecta cuenta que Geoff Johns tenía esta historia bien pensada, ya que en los otros cuatro números arrojaba interrogantes y no resolvía ninguno de ellos, para en este final explicarlo todo y atar todos los cabos sueltos. Lo único que no hace es hilar esta miniserie con el principio de "Final Crisis #6", donde vemos a Brainiac 5 diciendo a Superman que se debía apurar por regresar al presente porque el tiempo se estaba destruyendo desde el principio; no es una contradicción, y es perfectamente explicable como algo "fuera de escena", pero es algo que a algunos molestó. Por mi parte no fue así, ya que siempre tomé a esta historia como algo aparte del resto de "Final Crisis", más que nada como una historia épica de la Legión, que pondría cada cosa en su lugar; y efectivamente eso hace Johns.

En ese sentido, las tres Legiones son asignadas a lugares diferentes para que todas puedan tener sus nuevas aventuras en el futuro, explica las diferentes identidades del Time Trapper que hemos visto de un modo típico de Johns que como siempre es efectivo en estas cuestiones de la continuidad, devuelve a Superboy-Prime a su lugar pero también dándole un giro a su vida para que también de frutos para nuevas historias (de hecho, se anunció que lo veremos en "Adventure Comics #4" a publicarse en noviembre), la aparición de todos los Legionarios en un página doble que sólo Perez puede hacer... y sigue la lista.

En algún momento, Johns dijo que sería la historia de Superboy-Prime y con el final de este número entendemos a qué se refería. Fue algo de lo que se habló bastante esta semana, en lo que son unas páginas donde Johns abandona las indirectas respecto a Superboy-Prime y deja perfectamente en claro su abordaje como un fanboy protestón que se queja por cómo deben ser las cosas y cómo no.

En definitiva, un épico cómic de superhéroes, a mi gusto entre los mejores que he leído en este género, tanto por la historia en sí, como por los rebusques de continuidad de Johns para hacerlo encajar todo, como por el genial arte de Perez (el mejor dibujante del género, sin dudas), como por el tono de la narración, que se siente como una Crisis en sí misma, sin importar otras relaciones en verdad. Si me preguntan a mí, es un cómic imperdible.