Justice League: Cry for Justice #2

Esta miniserie, con tan sólo dos números publicados, ya ha dado para muchos debates e intercambios de opiniones diversas, como ser por la calidad de los guiones de James Robinson y de la historia que aquí narra él como por el diálogo que mantienen Hal Jordan y Oliver Queen en las páginas iniciales de este #2. Esta charla tiene un ribete superficial que ha sido calificado de sexista, que a mí particularmente me recuerdan a las conversaciones de Superman con Hal y de aquél con Lois en los primeros números de "Superman" escritos por Robinson; quizás sea alguna costumbre supersticiosa del autor para tener más suerte, quien sabe. Aunque esos diálogos son bastantes molestos y distraen un poco de la lectura, no es para nada lo más importante de este cómic ni tampoco lo que deseo comentar a continuación sobre él.

En este segundo número de "Justice League: Cry for Justice", Ray Palmer The Atom es en gran medida el protagonista, recibiendo mucho espacio de las veintipico páginas de historia. En ellas, se mencionan hechos de su vida reciente (desde "Identity Crisis" a hoy) así como haciendo referencia a momentos lejanos de su vida, como por ejemplo, su paso por los Teen Titans tras su rejuvenecimiento en "Hora Cero". Robinson dijo que deseaba construir una personalidad para Ray Palmer; para ello, evidentemente se basa en dichos momentos importantes de su vida, a los que refiere en una conversación con The Flash I, Jay Garrick. Es destacable una frase que Jay le dice a Ray en ese diálogo: "El mundo ni siquiera ha comenzado a ver la grandeza de Ray Palmer, The Atom"; evidentemente, quien dice eso es James Robinson y está dirigida al público lector.

Como otra muestra del protagonismo de Atom en este #2, para los que no conocen toda la vida de este personaje (en las páginas finales del cómic en las cuales James Robinson escribe unas líneas con el fin de justificar cobrar un dólar más) el autor cuenta su relación personal con The Atom además de nombrar y explicar brevemente algunos de los momentos de la vida ficcional; se incluye entre esas páginas el origen de este personaje, guionado por Len Wein con los dibujos de Mark Bagley.

Hasta aquí llegamos con lo referido a The Atom en este cómic. Una cuestión también de importancia para destacar, sobretodo para los que gustan de la continuidad, es que se ofrece una clara prueba de que los hechos de esta miniserie sucede después de "The Flash: Rebirth"; además se dijo ya que está situada antes de "Blackest Night" y es obvio que es después de "Final Crisis". De a poco se irá acomodando la línea histórica del Universo DC.

Lentamente también se van reuniendo los personajes que conforman esta proactiva Liga de la Justicia. Me parece realmente forzada la forma en la que Robinson realiza esto. En primer lugar, hace conocerse a Congorilla y Starman (Mikaal Tomas) a través de un combate totalmente sin sentido, que por lo único que lo acepto es porque es una excusa para ver unas excelentes páginas del artista argentino Mauro Cascioli.

En segundo lugar, todos los personajes buscan justicia y casualmente todo dirige a una serie de ataques y robos de alta tecnología perpetrados por villanos menores con Prometheus como autor intelectual... Al guión le falta mucho desarollo para las expectativas que tenía respecto a Robinson y esta serie; espero que mejore en los cinco números que restan. La reunión mejor orquestada es la de The Atom con Freddy Freeman (Shazam, Captain Marvel, o como se lo llame; en este cómic dice "sólo llamenme Freddy", y así será). Decía, es el encuentro mejor logrado a mi parecer (luego del obvio de Hal y Ollie) al haber sido compañeros en aquellos Teen Titans de los noventas, y al estar Freddy siguiendo una pista que lo llevó hasta el lugar en el que se encontraba Ray.

De cualquier manera, para mi gusto, lo que no aporta Robinson en sus guiones lo brinda el maravilloso arte de Cascioli en toda su extensión, desde los rostros hasta los fondos; y seguir hablando del trabajo de Cascioli sería redundar en los comentarios halagüeños ya realizados siempre que tuve oportunidad.

Por último, el final de este número no deja realmente con ganas de que llegue pronto el #3 para ver como sigue la historia, aunque considerando la costumbre reciente en cuanto a esto es casi una novedad. El deseo de seguir la serie pasará por el extraordinario arte de Cascioli, por saber hacia dónde va esta historia y cómo tomará forma, y también por cómo terminará ya que su final se anuncia como un importante evento del DCU. Veremos... Por mi parte, el mes que viene volveré para leer más de esta miniserie.